Alguien me enseñó que por muy fuerte que sea la caída siempre hay que levantarse y sonreír por muy mal que estés. Es una de las mejores personas que he conocido, es una de las personas que mejor me conoce, mi  color favorito, mi lugar preferido, todo. Está ahí siempre sin pedir nada a cambio. El que más quiero, el que pinta mis días oscuros de los colores más vivos. Ha estado en los momentos felices y tristes. El que me ha visto llorar y reír a la vez. La persona con el corazón más grande del mundo. El que me hace ver que la vida es muy corta, y que se tiene que aprovechar al máximo, disfrutar de todo. Dicen que todas las personas que pasan por nuestra vida te enseñan algo, vos me has enseñado a crecer como persona, a sonreír siempre porque no vale pasarse la vida llorando. Y soy muy feliz teniéndote como amigo, porque cada día que pasa me demostrás que hay que luchar por lo que uno quiere, sos un amigo de esos que son difíciles de olvidar y valen la pena. Te amo, y me vas a tener ahí para todo, a tu lado.

Juntos en esto, siempre de la mano.

Conserva lo que tienes, olvida lo que te duele, lucha por lo que quieres, valora lo que posees, perdona a los que te hieren y disfruta a los que te aman. Nos pasamos la vida esperando que pase algo, y lo único que pasa es la vida, no entendemos el valor de los momentos hasta que se han convertido en recuerdos. Por eso, haz lo que quiera hacer antes de que se convierta en ''lo que te gustaría haber hecho''No hagas de tu vida un borrador, tal vez no tengas tiempo de pasarlo en limpio. Nunca es tarde para empezar a ser felices.

Nada dura eternamente, siempre llega un momento en el que debemos decir adiós al mundo que conocemos, adiós a todo lo que dábamos por sentado, adiós a aquellos que creíamos que nunca nos abandonarían, y cuando estos cambios se producen por fin, cuando lo conocido se ha ido y lo desconocido ha ocupado su lugar, lo único que podemos hacer es decir: hola y bienvenidos.