Me levanté, sentí esa horrible sensación de resaca, no recordaba nada de esa noche. Me observé en el espejo, vi mi cuello rojo. Me cepillé el pelo y me di cuenta de un golpe reciente en la cabeza, aún así me acomodé el vestido, me puse los tacos, puse la cabeza en alto y seguí mi vida, ya que no tiene sentido querer recordar algo de lo que quizás luego me quiera arrepentir.
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