Nosotros los K-paxianos lo hemos descubierto porque llevamos mucho tiempo existiendo. El universo se expandirá y luego se cerrará en sí mismo. A continuación volverá a expandirse y repetirá este proceso hasta el infinito. Lo que no sabes es que, cuando el universo vuelva a expandirse, todo será otra vez como ahora. Cualquier error que cometas esta vez lo revivirás en la próxima ocasión, lo revivirás una y otra vez eternamente. Por eso, mi consejo es que esta vez tomes la decisión correcta, porque esta oportunidad es la única que tienes.

Aprenderás que las amistades continúan creciendo a pesar de las distancias y que no importa qué es lo que tiene, sino a quién tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie es nuestra vida merece cargar a las espaldas la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Nos empeñamos en buscar la felicidad cada día y no nos damos cuenta que es ella quien tiene que encontrarnos. Y eso será donde menos te lo esperas... Cuando llega descubres que ahí no acaba todo; que el final de un camino sólo es el principio de otro. Y lo único importante es la persona que escoges para que camine a tu lado, lo único que importa es que estas tocando con la yema de los dedos eso que has estado soñando toda tu vida. Sólo importa el hoy, el presente, y lo que queda por vivir. Porque la vida es eso que te sucede mientras tú tratas de hacer otra cosa.

Ya hace tiempo que nos perdimos, en algún lugar. Y han cambiado muchas cosas. Me ha llovido mucho encima y he acumulado cosas con las que tengo que cargar. Supongo que he vivido alguna que otra decepción y no hubo noche en la que no te recordase. Me he dedicado a tacharte, a echarte a patadas de mi pensamiento y a volver a recordarte en cualquier sitio. En cualquier parada de autobús, entre colilla y colilla. Me he dedicado a recolectar todos nuestros momentos en un frasco transparente, para tenerte siempre que quiera verte. En alguna parte. Aunque sea dentro de mí. Me he dedicado a jugar contigo en todos mis sueños, simplemente para que tú no hicieras lo mismo. Sin darme cuenta de que a veces, las adicciones son mucho más grandes de lo que todos imaginamos. Hoy no valen los ''yo controlo'', ''lo dejo cuando quiera''. No, hoy no. Hoy sólo valen las ganas de volver a tenerte, las ganas de volver a construir todo aquello que me he dedicado a derrumbar. Hoy sólo valemos nosotros dos.