viernes, 30 de septiembre de 2011

Todo el mundo puede tener un buen día. El problema aparece cuando tenemos un mal día. Es entonces cuando nos ponemos a prueba. En un sentido tangible, un mal día, mucho más que un buen día, muestra nuestra verdadera esencia.

lunes, 26 de septiembre de 2011


 Había algo que tenía que reconocerle a sus amigos: eran fieles. Podían enojarse con ella, podían incluso estar en desacuerdo con muchas de las cosas que hacía o pensaba. Pero a pesar de todo, seguían allí para ella. Eran indispensables. Personas en las que se convencía cada día más que podía confiarles cualquier cosa, incluso su propia vida. Era un pensamiento reconfortante. Podría haber cometido muchos errores, y de seguro cometería muchos más, pero había una cosa que había hecho bien y de la cual jamás se arrepentiría: elegir a sus amigos.



domingo, 25 de septiembre de 2011

¿Fue el final? No, fue un hasta luego. Fue lindo mientras duro, pero termino, como todo termina. No hay nada que hacer. Pero ¿saben que? Termino y me alegro que haya terminado. Siempre creemos que lo bueno NUNCA acabará pero si todo termina. ¿Seguir peleando? No ya no, veremos si el tiempo nos vuelve a juntar y sino es porque va a ser mejor ser amigos. Si pido una cosa: nunca me olvides, yo no lo haré. No lo haré porque no tengo motivos para hacerlo y no quiero. Una persona después de que termina una página de su vida, se pregunta: ¿cómo sigo?, ¿qué hago?, ¿a dónde iré?, de eso se encarga la otra primera carilla de la página siguiente, que esta en blanco y seguramente va a ser mejor.

lunes, 5 de septiembre de 2011


A través de todos estos años, de todos estos recuerdos, sólo has existido tú. 
Tú tiras de mí a través del tiempo.

domingo, 4 de septiembre de 2011




Si hay algo que he aprendido, es que la piedad es más inteligente que el odio, que la misericordia es preferible aún a la justicia misma, que si uno va por el mundo con mirada amistosa, uno hace buenos amigos.