sábado, 24 de septiembre de 2016

<<Supongamos que entre dos personas, A y B, hay dos metros de distancia. Y A quiere acercarse a B, pero en cada paso debe cubrir exactamente la mitad de la distancia total que le resta para alcanzar a B.>>  Sylvia tragará saliva, pero continuará leyendo. <<El primer paso es de un metro, el segundo de medio metro, el tercero de un cuarto de metro. Cada paso de A hacia B será más pequeño, y la distancia se irá reduciendo en una progresión eterna, pero lo sorprendente del caso es que, mantenida la premisa de que cada paso sea equivalente a la mitad de la distancia total que los separa, por más que avance, A nunca llegará a B.>>
Los ojos de Sylvia estarán enrojecidos. Puede que ese sencillo ejercicio ayudara a explicar la teoría de los límites que cambió la historia de la ciencia a comienzos del siglo XVIII. Puede ser que fuera cierto, según explicaba el texto de las fotocopias entre citas de Leibniz y Newton. Pero Sylvia comenzará a escribir su exposición personal del problema y pronto se transformará es una carta de despedida. La misma carta que no sabrá si podrá escribirle a Ariel para decirle, de modo más lógico y sencillo, nuestra historia se ha acabado. A nunca alcanzará a B.

domingo, 10 de abril de 2016

Mi consejo es que te largues. Que te largues lejos de lo que te hace sufrir, de lo que huele a viejo, de lo que te sobra, de lo que ya no brilla. Que te alejes de los silencios, de los estómagos vacíos, de la opinión de las masas. Que no te quedes donde no te quieren, por el “tal vez” o el “ojalá” o el “si mañana”. Que nos faltan pelotas y nos sobran motivos para largarnos. La vida es demasiado corta para estar enamorándose de lo común.

domingo, 27 de marzo de 2016


Perdoname por tardar en contestar. No quiero, Perdoname también por no querer. Esa noche te odié mucho y te lloré mucho. Tenes mecanismos difíciles y yo soy muy sensible. Tampoco termino de entender si te gusto o  no, si te haces el canchero o sos simpático. Es todo  raro ahora, y no me animo. Hubiese preferido que fueras al grano. Ahora ya sos otro chico, como si hubiese pasado algo que rompiera. Bah, pasó, pero nada.

Te lloré mucho y dije varios "a partir de ahora" que pretendo cumplir.
Estuve un montón de tiempo gustando de vos, y cuando te lo dije, me dejaste toda la noche pensado que no era recíproco.
Toda la noche procesando un dolor y una bronca que ahora pasó y dejó muchas ventanas que quiero investigar, y vos no estás en ninguna.