Nada da más paz que volver a casa. Volver a tu lugar, a tus olores, volver a la gente que amás y que te ama, eso da mucha paz; todos los viajes en
realidad son un viaje de regreso a casa. ¿Por qué los viajes nos cambian? ¿Por
qué al volver de un viaje sentimos que no somos los mismos que antes? El
regreso a casa tiene una mezcla de melancolía y felicidad, melancolía por todo lo nuevo que dejamos atrás, y felicidad, por volver a casa.
Porque en casa siempre hay algo de
paz.
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