sábado, 1 de octubre de 2011



Y sí, llegó el día en el que me di cuenta de que la vida está para reírte de ella y no con ella, que si te caes, sólo tienes que levantarte, que la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, es dar cariño al que te lo da, y no fallar nunca a los que no te han fallado. Es disfrutar de cada segundo como si fuera el último. Es salir un sábado y estar sin pasta un domingo, tener las cosas claras y decidirte en el último momento, jugar con fuego y quemarte, hacer estupideces sin parar pero que no te importe lo que piensen los demás, ponerte guapa para el amor de tu vida, abrazarte a quien te abrace y a quien no quieras no te abrazas y punto, porque sentir dolor es inevitable, pero sufrir es opcional.


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